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Agradecido...

Se acababa el largo viaje.
El pequeño hombre de las cavernas regresaba a casa, harto de caminar durante 9 largos años, en busca de un sustento para su familia, en busca de una forma de sobrevivir al duro invierno.
El hombrecillo entraba en su hogar, deseoso de abrazar a su amada. Pero ésta ya no era la misma, sus labios eran ahora fríos y tristes, y ya no lo amaba.
El hombrecillo no sabía qué había hecho mal. Lo había dado todo por aquella a quién amaba, y pensaba que todo iba bien.
Ya había tenido ese miedo, una noche soñó que su amada huía de él, y corría hacia algo más interesante, quizá más novedoso.
El pequeño cavernícola se sentó a ver pasar las nubes, sin pensar en nada. Sin dolor, sin sufrimiento, ya no sentía nada. Sólo el aire que le lanzaba arena a la cara, y le producía un intenso picor en las mejillas.

1 comentario

Y-V -

¿y en ningún sueño se le comía una jirafa O_o?

....me extraña :^)